A las 19:30 ya estábamos
preparados. A nuestro lado de la mesa, Miguel Ángel Badal,
Sebastián Roa y un servidor, dos artistas del medievo junto a
un ilusionista de la antigua Roma. Sobre la mesa sus últimas obras, "El
Señor de Loredemanos" y "Venganza de Sangre"
respectivamente. Mi "Devotio" era tan virtual como el mercado
digital en el que estoy embarcado. Estaba presente e intangible a la
vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario